Esta piedra la encontró Sebastián en la cola del Pantano de la Bolera, como ya está acostumbrado a acompañarme en las "búsquedas", a veces encuentra alguna "joya" como esta.
-Mira eso ¿qué te sugiere?- me dijo señalando una piedra que se encontraba haciendo equilibrio sobre otra.
-¡Es un águila posada, acechando a su presa !
He decidido pintar al águila pescadora oteando el embalse para capturar a alguna trucha despistada.
El entorno del Pantano es rico en piedras, las más cercanas al agua redondeadas y lisas, las más lejanas abruptas y angulosas, pero cada una de ellas tiene su duende. Me gusta rebuscar por este lugar lleno de sorpresas inesperadas, como por ejemplo un saltamontes perfectamente mimetizado en la piedra.
qué bonitaaaaaa, las demás también,pero esta...genial!
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